
Las técnicas de aprendizaje pueden marcar la diferencia en el proceso educativo de los estudiantes sin dejar de lado sus habilidades y su esfuerzo por aprender. Hoy en día se cuenta con bastante información sobre este tema pero se ha dado a conocer muy poco a estudiantes y profesores. La clave para aprender mejor un tema no solo radica en la capacidad del estudiante y la disciplina sino en saber cómo aprende.
Aprender por lo general ha estado relacionado con las habilidades que tenga el estudiante y esto no es falso, por el contrario, hay personas con habilidades o diseño fisiológico que indican una mayor disposición o capacidad para aprender algo por ejemplo, los atletas, necesitan unas condiciones físicas (altura, contextura, peso) para ser competitivos en su disciplina; igualmente el esfuerzo siempre ha sido un tema repetitivo entre la comunidad educativa hacia los estudiantes siendo un aspecto que los profesores pueden impulsar, motivar o alentar y es correcto, sin embargo, un esfuerzo mal enfocado puede resultar en frustración o en que ese esfuerzo del estudiante no le esté aportando a su aprendizaje sino que sea un esfuerzo en vano. De acá sale la importancia de aprender a aprender, es decir, el valor que tienen las técnicas de aprendizaje en el proceso educativo de los estudiantes. Por ejemplo, si a una persona que no sabe nadar se le dice que entre en una piscina (alcanza a tocar el fondo con los pies) y nade lo más rápido que pueda, la persona lo hará intuitivamente y pondrá su mayor esfuerzo pero su avance no será el más eficiente, en cambio si se le enseña un estilo de nado como el estilo libre (que no es nada intuitivo), la persona al esforzarse podrá ser más eficiente y su aprendizaje será más duradero. Entonces, si esto se le enseña a dos personas, una persona con habilidades y condiciones físicas predispuestas a la natación y otra persona con habilidades contrarias, lo obtenido en ambos casos consiste en que las dos aprendieron y se beneficiaron porque las dos aprendieron a nadar. Por lo tanto, de forma similar ocurre con las técnicas de aprendizaje y sirven para lo mismo, es por esto que, marcan la diferencia en la educación porque se enseña a aprender y el estudiante toma la técnica que se adecue a sus necesidades y mejores resultados le dé.
Al mencionar la importancia de las técnicas de aprendizaje, se puede identificar que son instrumentos que ayudan al estudiante a aprender mejor, por lo que, comprendiendo qué hace el cerebro para aprender se puede explotar su potencial y así aprender a aprender mejor. Existe un pilar contundente durante el aprendizaje y es la atención, la cual consiste en seleccionar la información, por ejemplo al observar alguna palabra, esta la amplifica al cerebro porque la relaciona o le da significado. Un segundo pilar es el compromiso activo, que consiste en que el cerebro no es pasivo, es decir, no se aprende de forma pasiva, lo cual implica actuar, reflexionar, analizar, experimentar, teorizar. El tercer pilar es corrección de error, el cual no tiene relación con una nota, esto no es una buena señal de error, una señal de error debe ser informativa que permita corregir el modelo mental del cerebro. Y por último la consolidación, no se aprende en una única vez, no es suficiente para automatizar lo que se ha aprendido, por ejemplo, al aprender a conducir un carro.



Hay personas que piensan que la memoria no es tan importante en el momento de aprender pero es claro que sí lo es porque funciona como una red de conexiones. La memoria necesita conectar lo que está viviendo con lo que ya tiene. Se une con otros elementos que ya tenía y si tiene que recordar, la memoria lo reconstruye. La memoria no funciona como una biblioteca o como un disco duro, no es solo datos, son conexiones. Y muchas conexiones logradas facilitan aprender algo nuevo. Es decir, la memoria sirve de base para aprender lo nuevo a partir de las conexiones ya logradas.
La repetición también es una forma que muchas personas aplican pero que otras no la prefieren. Repetir es funcional al hacer algún procedimiento pero también se puede aplicar de manera espaciada, esperando un tiempo de horas o días y volver sobre lo que ya ha aprendido. La atención en aprender de esta forma es clave, por ejemplo si a usted se le pide que dibuje fielmente un billete de $50.000 ¿lo lograría? Posiblemente no, porque no ha fijado su atención en relacionar su contenido o compararlo, solamente identifica el billete pero no en detalle es capaz de dibujarlo. Igualmente, pensar en lo que está repitiendo, darle significado. Algunos usan las fichas nemotécnicas, que ayudan en in tipo de aprendizaje muy concreto por ejemplo, aprenderse un vocabulario nuevo, sustancias de laboratorio, reglas, códigos.
Aprender a aprender mejor es el instrumento que hoy en día tiene el estudiante para construir conocimientos profundos, duraderos y transferibles que han sido consecuencia de sus capacidades o habilidades, de su esfuerzo y disciplina y de reconocer y poner en práctica las técnicas con las que aprende mejor.